Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de
Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra
de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos,
etc.
La artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche.
La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde
detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con
soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntas y
ofreciéndose su respeto.
La tregua duro en algunos lados más que en otros, pero
finalmente tras intervenir los mandos de ambos ejércitos se tomaron medidas
para que esto no volviera a ocurrir. Algunas de ellas fueron los bombardeos y
el relevo de tropas para que no establecieran confianza con el enemigo.
El 17 de diciembre pasado, en Ypres, Bélgica, la UEFA
conmemoró el centenario de la tregua de Navidad de 1914 en las trincheras de
Flandes, levantando un monumento en el mismo sitio en el que se disputó un improvisado partido de fútbol entre los
contendientes, soldados enemigos que dejaron momentáneamente las armas para
disputar dicho encuentro
“La
ceremonia de conmemoración debe rendir homenaje a los soldados que, hace un
siglo, expresaron su humanidad en un partido de fútbol escribiendo un capítulo
en la construcción de la unidad europea y que son un ejemplo a seguir por las
jóvenes generaciones de hoy” (Michel Platini. Presidente de la UEFA).
La tregua se llevó a la pantalla en la película francesa de
2005 Joyeux
Noel. También fue recordada
en el vídeo de Paul McCartney, Pipes of Peace, de 1983
Desde el anuncio navideño de los supermercados Sainsbury’s, que ha logrado 1,6 millones de reproducciones en YouTube, hasta un monumento inaugurado por el presidente de la UEFA, Michel Platini, pasando por partidos de fútbol entre soldados británicos y alemanes y recreaciones de aquel momento en la ciudad belga de Ploegsteert, las conmemoraciones de la tregua se han multiplicado, como recuerdo de que, en mitad de la locura absoluta, hubo un oasis de cordura.
“Recuerdo el silencio, el misterioso silencio”, aseguraba en 2004, cuando tenía 108 años, el que seguramente era el último testigo de aquella tregua, Alfred Anderson, en una entrevista con The Guardian. “Durante dos meses, lo único que había escuchado eran bombazos, disparos y voces alemanas en la distancia”.
Anuncio navideño de los supermercados Sainsbury’s
Christmas Day truce 1914: How the Daily Mirror's
lucky footballs made it happen
Silent night, goalie
night: Letter tells of World War One Christmas truce football match
UEFA unveils special
memorial to Christmas Day Truce 1914 football